27 de septiembre de 2008

Confieso que no he vivido


La humanidad crece vertiginosamente, dejando espacios vacíos, en donde nuestra indiferencia por aquello que no consideramos importante se torna cruel. En medio de nuestras grandes ciudades, cadáveres grises y enfermizos que no dejan de crecer, encontramos muestras de esto. Todo un batallón de seres olvidados, que no pudieron asimilarse a nuestra evolución apresurada, y que arrumbamos en oscuros rincones que evitamos mirar.

Son personajes que viven la ciudad como si fuera una jungla inhóspita, para los que nosotros no somos más que fantasmas, robots carentes de alma. A veces, incluso, depredadores.

¿Quién dice que no son ellos los que en realidad viven y que nosotros no hacemos más que tejer jirones de mentira a nuestro alrededor, bordando un mundo de engaños sobre la realidad?

Yo no puedo decir que viva, no creo en mi dolor o en mi alegría. Sólo son farsas. Quizá algún día llegue a sentir la verdadera felicidad, aquella que viene de mi fondo, y no de algo, o de alguien o de nada. Quizá algún día llegue a sentir pena, y no se sienta como una lágrima, sino como un mar.

¿Nunca se han dado cuenta que todo lo que sentimos sabe a plástico, que todas la emociones parecen venir en cajas de embalaje?

Todos los ojos tienen un brillo de cobre, las pasiones tienen marca y precio, y nuestros pensamientos... no tienen nada, no existen. Son tan sólo un acto de humo y espejos, son un guión escrito por algo que nunca ha existido, o quizá por nosotros mismos, para los demás.

Por eso, cuando miramos los ojos suplicantes sobre la mueca de payaso que nos miran desde el retrovisor, o los ojos sin brillo de un moribundo, o los perdidos de un desahuciado, rehuimos su mirada.
Es aterrador ver a un ser humano cuando, hace mucho, se dejó de serlo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanto tu post, sobre todo la manera en que planteas todo, una vez me comentaron que ya no existe nada nuevo bajo el sol, solo hay nuevas maneras de decir las cosas, y me fascino especialmente la manera en la que describes a las ciudades,

Suerte, sigue posteando!

Anónimo dijo...

GENIAL!!!
Me encantó esta descripción tan literaria y a la vez tan realista.
Una visión que comparto, la vida plástica es tan falta de vida.
Perteneces a L no se porqué dudaste. JEJEJE

Anónimo dijo...

Impresionante